Por Estela Gariboglio 
Directora de la Escuela de Biodanza de Paraná-Entre Ríos

“Sólo quien ya elevó la lira
también en las sombras,
puede intuir y revelar
la alabanza infinita…”         
                          R. M Rilke

La vida acontece en cada SER naturalmente y con fuerza instintiva, sólo los seres humanos la podemos bloquear, obstaculizar y desviar. Pareciera que el “libre albedrío” nos ha llevado a niveles, insospechados aún, de enfermedades de civilización (*)

Rolando Toro Araneda nos acerca la HERRAMIENTA de la Biodanza, que es metodología para la expresión del Ser, que es puerta para volver, que es la llave maestra del corazón (*)

En el transcurso del proceso de transformación a través de integrarnos hacia nuestro adentro, con la especie y con el cosmos, vamos recordando y dejando fluir esa vertiente pura y genuina de nuestro potencial, de quienes sentimos ser. Ser en verbo, en movimiento -amor.

El primer tiempo de danzar nos trae la sorpresa de ver el mundo por primera vez, la magia posible, lo maravilloso de habitar un espacio-tiempo donde, junto a otr@s reír hasta llorar y llorar hasta sonreír con las tripas. Luego llega el estadio en qué emergen las sombras que estaban atesoradas en lo profundo, bajo corazas protectoras, defensas grabadas en algún tiempo no tan bello. Ese es el momento decisivo, de seguir danzando, permanecer en la ronda, de atravesar las grandes aguas, el reino de Hades, llevando como equipaje nuestra ontología, con todos los miedos que nos pertenecen en cuerpoalma. Ese es el momento del salto transtásico sabiendo que la red afectiva nos sostiene, que el amor es el atractor de la vida viva. Para luego, ya e un mayor nivel de integración saborear la homeostasis, que armoniza y equilibra nuestro sistema, reorganizando el Caos primigenio y abarcándonos como totalidad unificada.

 Trascendencia, saltarnos a un nuevo nivel de complejidad (transtasis) e inmanencia, enraizarnos en ese estado conseguido y autorregulación de nuestro sistema (homeostasis). Ambas energías se complementan y se retroalimentan. Ambas son movimientos de la misma danza evolutiva hacia la integración ,tornándonos nuev@s cada día y sabiendo que también somos aquella o aquél que fuimos. Entregarnos a esa paradoja de la Identidad y embarcarnos en la aventura de ser inédit@s es el desafío.

Traemos en nosotros, en el Inconciente Colectivo, mitos y arquetipos que son el rastro de la humanidad.

“Las culturas agrícolas crearon una religión cósmica, en la que el misterio central es la ‘renovación periódica del mundo’. Este misterio fue identificado con el proceso de la existencia humana en que, cada ciertas etapas, las personas mueren para los viejos hábitos del pasado, abandonando las fuentes de sufrimiento y conflicto, para renacer en un cuerpo nuevo, en una forma de vida más saludable y feliz.” Rolando Toro

Rolando nos trae a Deméter, Orfeo, Dionisio, Osiris; a quienes les une el retorno a la vida por el amor.

¡Cuando el aula de Biodanza termina la danza continúa!

Cuando la radicalización se manifiesta y nos echan raíces esos procesos de transformación, en nuestros hogares, trabajos, en fin, círculos de vida, podemos decir, ahí, en ese preciso momento y con la certeza de lo vivido que nos hemos parido, siendo a la vez nuestr@s propi@s parter@s (autopoiesis) y que nuestro potencial está despertando.

Biodanza nos invita a Vivir atravesando el proceso de morir y renacer en el mismo gesto, en la misma danza.