Biodanza y educación

Por Rolando Toro Araneda

La Biodanza es la única alternativa: cambiar la estructura afectiva de la especie humana, de ahí vienen todas las otras consecuencias. Por ejemplo: no hay aprendizaje ni creatividad sin una motivación afectiva. Muchas veces, en la educación formal, la creatividad queda cercenada en su mecanismo sutil, que es la afectividad. La falta de afectividad -sea en educación o en terapia es la causa del fracaso de estas disciplinas. Todas las cualidades de lo cognitivo, de lo creativo, del crecimiento de la capacidad semántica, provienen de un fondo afectivo que es irrenunciable.

6796424490?profile=RESIZE_400xLas propuestas de la educación están absolutamente desorientadas. La filosofía de la educación está en crisis -y siempre lo ha estado- por eso el mundo está como está. Se oye decir: “los fines de la educación son preparar a los niños para los grandes desafíos del tercer milenio”. “No”, dicen otros, “los fines de la educación son acendrar el nacionalismo y la identidad nacional”. Esto lo he oído en congresos mundiales, con dirigentes máximos de la educación, con ministros. “No”, dice otro, “lo que hay que hacer es alfabetizar, primero que nada”. ¡Quién va a negar la importancia de la alfabetización! Pero miles de criminales son alfabetizados. Lo que les quiero decir es que el punto de partida de la educación tiene que ser la reestructuración afectiva. Y que para ello es necesario introducir -como mediación- la Biodanza.

“Estamos consiguiendo nuestra finalidad”, oímos decir, porque se consigue productividad, eficiencia, excelencia ¿excelencia en qué? En la computadora. Y el fracaso total en la casa, en la relación con los hijos. El triunfo ¿qué triunfo? Haber hecho crecer la empresa, haber subido las entradas de la empresa y el fracaso total en la vida personal, en la vida sexual, en el encanto de vivir, lleno de úlceras, lleno de estrés.

La Biodanza es una postura filosófica, una propuesta educacional y una metodología de contenidos. El principio biocéntrico es: la vida al centro. Aprender a aprender. Aprender a vivir. Eso es lo que hay que saber. En la programática de las escuelas hay que hacer algunos cambios. Yo no estoy descalificando la educación tradicional, pero hay que hacer cambios profundos, de lo contrario no hay esperanzas para la especie humana. La gente no se da cuenta de que hay que pensar en forma macroscópica, mirar los problemas desde la altura.

Pregunta: ¿Existe algún tipo de metodología desde la epistemología fenomenológica?

Rolando Toro: Efectivamente, la educación biocéntrica está muchísimo más cerca de la fenomenología. Hemos estudiado bien el proceso de la fenomenología en Ulcer, Merlau Ponty y los modernos fenomenólogos. Estas sensaciones de sufrimiento, de frustración, de soledad, no se pueden cuantificar, pero existen y tienen un valor científico cualitativo que hay que considerar.

Esta pregunta es muy atingente: nosotros preguntamos mediante encuestas, a más de 300 personas, acerca de qué es lo que querían para sus vidas. No pusimos una lista de opciones, sino que la respuesta era personal: ‘quiero amar y ser amado’, ‘quiero asumir la homosexualidad’, ‘quiero tocar guitarra’, etc. Las respuestas fueron sometidas a la reducción fenomenológica y de allí aparecieron las 5 líneas de vivencia con las que trabaja Biodanza: vitalidad, erotismo, creatividad, afectividad y trascendencia.

Todos quieren amor, energía disponible para la acción, salud, placer, contacto y encantamiento dionisíaco. Todos quieren afecto, amistad, buena relación con sus amores, trascendencia. (Claro que por ahí hay alguno que quiere levitar, pero esto ya cae un poco fuera... ). A partir de estos 5 grandes conjuntos -que son las 5 líneas de vivencia- organizamos ejercicios para cada uno de ellos. Ejercicios para el desarrollo de la vitalidad y de la salud, para aumentar la homeostasis, la autorregulación y la alegría de vivir. Ejercicios para la sexualidad, la seducción, para aprender a acariciar, mirar a los ojos y saber el lenguaje del encantamiento. Ejercicios para la creatividad, la innovación y la transgresión de las costumbres bloqueadoras de la vida; para aprender a exponer con entera libertad lo que no te gusta del sistema en que estamos viviendo. Ejercicios para poder comunicarnos, tener ternura, que nos acaricien, que nos miren, que nos abracen, que podamos andar de la mano por la calle. (Porque andar de la mano por la calle es un acto político: si todo el mundo anduviera de la mano por la calle no habría guerras). Y ejercicios para la trascendencia, para ser capaces de sentir empatía, de saber ponernos en el lugar del otro, disminuyendo el ego; y perseguir la unidad a la que pertenecemos, la unidad cósmica. Para realizar este abordaje de las experiencias humanas -en Biodanza- hemos tenido que usar la fenomenología.

Pregunta: El Ministerio de Educación es una instancia que pertenece a un Estado y un Estado trata de reproducir el sistema social, económico, político en el que vive. ¿Es posible hacer algo con el Ministerio de Educación que sea realmente válido para desarrollar el potencial humano? El sistema en el que ahora estamos es el neoliberal, por lo tanto ¿cuál sería la manera de introducir la Biodanza en los colegios, que justamente estuviera amparada por el Ministerio de Educación, que es parte del sistema?

Rolando Toro: Esta pregunta es de extraordinaria importancia, porque aborda la dimensión sociológica. Para que el Ministerio de Educación y los centros educacionales introduzcan la Biodanza, es necesario que cada uno de ustedes vaya a seducir a un director, que cada uno de ustedes vaya a seducir a un ministro de cultura o de educación, que se introduzcan dentro del sistema, no que se automarginen. Yo no propongo la transformación total de la educación, sino que propongo la introducción de Biodanza como mediación, como primer paso, en un sistema en que están profundamente equivocados. La riqueza más grande que tiene un país es el sistema nervioso de sus habitantes. No lo es el cobre, ni los cereales, ni los aviones, ni las fuerzas armadas: la riqueza es el sistema nervioso de las personas. Pero esto contrasta con la distribución de los fondos de que dispone el país. Comparen ustedes el presupuesto para las Fuerzas Armadas con el presupuesto para la educación. Es algo grotesco, no hay la menor noción de la importancia que tiene el ser humano. Para educación las últimas migajas del erario nacional. Los profesores tienen que llevar sus tristezas, sus preocupaciones económicas a las escuelas, en vez de ir tranquilos, felices. La misión de un profesor es una misión sagrada, es una misión sutil, maravillosa. Pero, ¿cómo vas a convencer a los políticos de esta postura? Solamente seduciendo a través de pequeños grupos y entrando poco a poco, solapadamente, hasta infectar completamente el sistema.

Dr. Víctor Fernández: Rolando, tú sabes que yo tengo en mi laboratorio, en la Facultad de Medicina, lo que he llamado un kinder garden experimental. Este consiste en estimular -en términos afectivos- a las ratitas que están allí: escuchan música, reciben estímulos de luces de colores, tienen libertad de movimiento, escaleras, rampas, natación. Esto es absolutamente científico, comprobable: yo he tomado fotos de las neuronas de aquellas ratitas que han sido estimuladas. Y la diferencia entre una neurona de una ratita estimulada afectivamente y una ratita no estimulada, es enorme. Los resultados están publicados en revistas como Print Research, Developement Research, General Comparting Neurologic, que no son revistas que acojan todo lo que uno diga simplemente, sino que someten cada uno de estos trabajos a expertos.

Yo he sido, durante un tiempo largo, editor de una revista que recibe el nombre de Nutritional Neuroscience, por el efecto que la nutrición tiene sobre el desarrollo de las neuronas. Pero yo he trabajado fundamentalmente en la estimulación, y la diferencia entre estimular y no estimular es enorme. Y a mí esto me gustaría mostrárselo a todos los educadores: la diferencia es dramática. Y esto revela lo que tú señalabas: a la educación se le dan las migajas y, sin embargo, lo más importante es el desarrollo de las neuronas, el desarrollo de los componentes no solamente congnitivos. Hoy día estamos haciendo una investigación en la corteza límbica -que es la corteza que tiene que ver con el mundo de las emociones- y hemos encontrado que la corteza límbica se beneficia enormemente con el movimiento. Y yo pienso en esos pobres niños que están en los colegios y que a veces el profesor no les da ninguna posibilidad de movimiento, los mantiene sentados, no los deja que expresen sus capacidades o anhelos. Y eso es terrible.

Hay que cambiar profunda y totalmente la manera en que estamos haciendo educación. Lo más importante es permitir la capacidad del niño de recibir encantamiento, tal como lo revela en su libro Gabriel García Márquez, cuando dice “yo tuve la suerte cuando fui alumno- de recibir estimulación de mis órganos de los sentidos; y yo soy el escritor que soy porque en esa etapa de mi desarrollo fui estimulado en términos afectivos”. Y Nelson Mandela dice: “Yo aprendí de mi madre la capacidad de emocionarme ante los eventos del mundo y yo soy quien soy gracias a eso que aprendí en mi primera juventud, cuando mi madre me proporcionaba historias que mejoraron mis posibilidades de ser creativo”. Y esto lo vemos poco. Vemos una enseñanza más impositiva que creativa.

Y yo creo, Rolando, que la Biodanza puede ser la solución para este mundo de gran violencia, donde hay muy poca libertad de movimiento. Charles Darwin señala, por ejemplo, que los pobres conejos que están encerrados en una jaula por generaciones, tiene un cerebro mucho menos desarrollado que el conejo silvestre, señalando que el movimiento, la danza, los colores, la música, son esenciales para el desarrollo. Y eso nosotros lo hemos fotografiado en las neuronas. Nadie podría hoy día tener la menor duda de la importancia de esto.

Rolando Toro: Agradezco al doctor Víctor Fernández, profesor de la Escuela de Medicina, uno de los hombres que más sabe de neurociencia, un grande del pensamiento científico chileno, esta intervención. Habríamos querido que estuviera en la Mesa y ocupara ojalá el máximo de tiempo en sus observaciones, en dar a conocer su experiencia.

Respecto al efecto de las caricias, podríamos llenar la mitad de esta pieza con los trabajos científicos que existen sobre el efecto de las caricias. Primero sobre las ratas, lo que se hizo ya hace tiempo: las ratas soportan mucho más el estrés cuando son acariciadas que otro

grupo de ratas que no son acariciadas. Después René Spitz descubrió que la caricia era esencial en los niños institucionalizados. Los niños no acariciados tienen una alta mortalidad, caen en depresión anaclíctica y marasmo. Entonces se permitió que las madres entren a los hospitales y los acaricien. Después se vio que los niños psicópatas, cuando se les da continente, cambian su comportamiento. Por otra parte, en las enfermedades psicosomáticas hay un factor importantísimo que es la falta de recibir amor y sexo. Después se descubrió que los viejos mejoraba la motricidad, disminuían sus síntomas de decadencia con la caricia. Es decir, las caricias sirven para todo el mundo.

Pregunta: ¿Cómo poder llegar a las personas que son escépticas a la Biodanza?

Rolando Toro: Convencer a las personas que están bajo una fuerte ideología es muy difícil. Solamente por contagio, reeducando poco a poco a estas personas se puede producir un cambio, pero hay muchos que no tienen remedio y hay que dejarlos. Esto a veces es difícil. Pero por otra parte, hay miles y miles de personas que están adhiriendo a Biodanza en todo el mundo. Se calcula que una persona que cree en Biodanza contagia a 8 personas, así es que, de todas maneras, esto se va extendiendo.

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre Biodanza y Musicoterapia?

Rolando Toro: La Musicoterapia hace bien, la música en sí misma tiene un poder. Sólo que en Biodanza se unen 4 grandes poderes de transformación y en su combinatoria constituyen un haz de gran complejidad y gran potencia, que es superior a la suma de éstas. La música, más el amor, el contacto, el movimiento integrado, el trance y la trascendencia, constituyen un haz de transformación muy poderoso. Cuando estaba en Chile y había sido expulsado de la universidad por el régimen militar, fui invitado a Buenos Aires, al congreso de Musicoterapia dirigido por Rolando Bennenson y allí se dieron cuenta de que a la Musicoterapia había que agregarle contacto. Hay diferencias cualitativas y creo que es muy positivo estudiar Musicoterapia.

Pregunta: ¿Es la vivencia la prioridad en Biodanza?

Rolando Toro: Efectivamente, la prioridad es la vivencia. Pero es muy importante tener un contexto teórico y los aportes de la neurociencia, por ejemplo, son esenciales. La teoría es la llave maestra para entrar en los ambientes académicos, porque este lenguaje es el que entiende el sistema. Y la ciencia se da permiso para danzar, siempre que se explique qué es lo que sucede. Reconocemos la tremenda importancia que tiene la teoría como infraestructura y, por supuesto, damos la prioridad a la vivencia corporal y emocional. 


(Este material fue publicado originalmente en la revista electrónica Pensamento Biocêntrico, julio de 2005)

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